Las aceitunas más grandes y las más pequeñas

Dentro de la amplia variedad de aceitunas de mesa que existen, nos arriesgamos a afirmar que las más apreciadas son las gordal. La principal característica de las aceitunas gordal es el tamaño. Con un peso que ronda los 12 gramos por unidad, este triplica al de sus primas hermanas de calibre normal, unos 4 gramos aproximadamente. Las olivas gordal tienen gran cantidad de pulpa, carnosidad y sabor, por ello se convierten en las preferidas entre aquellos que tratan de escapar de las más comunes sin caer en las de tipo gourmet.

Las mejores se cultivan en Sevilla y las que provienen de otros puntos no logran el estándar de calidad de estas y se presentan en salmuera, aliñadas, con o sin hueso o con otros tipos de productos. No son las más indicadas para la producción de aceite y son muy sensibles al alambrado durante su maceración, su árbol es propenso a las plagas.

Profundizando en las aceitunas de menor calibre, nos encontramos con la arbequina. No penséis que por ser las más pequeñas son un fruto poco apreciado, nada más lejos de la realidad. El punto fuerte de las olivas aberquinas es su sabor. Cuando se destinan al consumo directo se recolectan todavía verdes, justo cuando empiezan a cambiar de tonalidad y durante el proceso de macerado van variando de color pasando de un verde morado a tonos ocres.

En España partieron de la localidad de Leridana de Arbeca, de ahí su nombre. Su árbol es super resistente, por eso su producción se fue extendiendo por muchos puntos de la geografía española. De la aceituna arbequina se extrae un aceite de gran calidad y para que no ennegrezcan en el envase se les añade agua con sal y plantas aromáticas.

Técnicas para la cosecha de aceituna

Para obtener aceitunas de máxima calidad es imprescindible que el fruto se conserve en perfectas condiciones

Una vez que los profesionales han aplicado sus técnicas para desprender los olivos de las ramas, debemos tener en cuenta dos factores fundamentales -ya que cualquier golpe que reciban se traduce casi con toda seguridad en roturas en su piel y texturas indeseadas en su pulpa-: el desprendimiento del árbol y su caída.

Os contamos las tres técnicas principales para desprender las aceitunas del árbol en perfectas condiciones.

Técnica del ordeño

La más antigua y menos agresiva es el ordeño, que consiste en retirarlas de una en una de manera manual y sin maquinaria para después depositarlas en cestos o capazos.

Este sistema garantiza unos estándares de calidad óptimos, pero provoca un desgaste físico importante sobre el trabajador, ya que debe llevar a sus lomos los recipientes además de que es muy laborioso y se necesita una cantidad de tiempo considerable para completar el proceso.

Técnica del vareo

Una técnica muy popular y extendida es el vareo. Como su propio nombre indica, los recolectores se sirven de largas varas para extraer los frutos, con las que deben evitar golpear directamente el fruto para que no se dañe, y omitiendo las lesiones en las ramas del árbol, ya que repercutirá en la cantidad de aceitunas que obtendremos en sucesivas cosechas.

Para evitar que las olivas se muelan en la caída, tradicionalmente se colocan mantones rodeando el tronco. En la actualizad, se utilizan elementos más innovadores, como sopladoras para agruparlas en montones, paraguas recolectores o barredoras.

El proceso del vareo es menos cuidadoso que el ordeño y hoy en día existen vareadoras eléctricas o con pequeños motores de gasolina. No dejan de ser un motor unido a una pértiga a la que se le acoplan diferentes cabezales con un aspecto similar al de una desbrozadora.

Técnica de la máquina vibradora

Los avances técnicos permiten la inclusión de maquinaria moderna en el proceso como son las vibradoras. Se trata de un instrumento compuesto por unas pinzas que se enganchan a las ramas o tronco y que van unidas al elemento vibrador que puede estar sujeto por un operario o montados directamente sobre tractores.

Esta es la técnica más moderna de las tres y ahorra una cantidad de tiempo considerable al proceso. Sin embargo, implica una gran inversión en máquinas, muchas veces incompatible con la orografía del terreno y su tipología penaliza a esta técnica en eficiencia. Necesita ser complementada por las tipologías mencionadas anteriormente para extraer el 100% de los frutos del árbol y también entraña riesgos para el mantenimiento de la integridad de la oliva.

Las aceitunas más caras no son las más saludables

Con precios que parten de los 3 euros kilo, las aceitunas y sus derivados son unos de los pilares alimenticios de la dieta mediterránea dada su cantidad de nutrientes. La oliva es uno de los alimentos más completos y existen variedades de alta cocina o ‘gourmet’ que disparan sus precios a límites insospechados.

Precisamente el diario ‘El Español’ profundizó sobre este tema allá por 2019, afirmando que existen consumidores dispuestos a desembolsar hasta 200 euros por un kilo de aceitunas. Aquí Iñaki Elío, director del Grado de Nutrición Humana y Dietética de la Universidad Europea del Atlántico, afirma con rotundidad que esta variedad de producto atiende más a criterios gastronómicos que nutricionales. En este sentido el perfil de consumidor se guiará más por el valor añadido de un producto que goza de poca industrialización y un mayor grado de selección.

Por el contrario, indica que donde sí se pueden encontrar diferencias es en las variedades rellenas, ya que en las destinadas a consumo cotidiano pueden llevar potenciadores del sabor u otro tipo de aditivos que reducen el ingrediente original del que se compone el relleno. En términos alimenticios mantiene que su aporte calórico puede variar, pero atendiendo a la variedad de tipos y que su composición, a grandes rasgos, es la misma con un macronutriente predominante: la grasa monoinsaturada. Elío insiste, hay que consumir las aceitunas con moderación y preferiblemente optar por las bajas en sal.

Decora tu casa color aceituna

El verde aceituna es un color intenso pero no estridente, lo que lo hace perfecto para decorar nuestros hogares. Es sinónimo de esperanza y de vida, transmite una sensación de relax que de igual modo se trasladará a los diferentes rincones de nuestra casa o de nuestras oficinas. Cada vez es más utilizado en lugares de trabajo al proporcionar serenidad a los espacios

Para lograr este efecto podemos inclinarnos por pintar las paredes color verde aceituna o por añadir este color a nuestros elementos decorativos. Si nos decantamos por el segundo caso, el verde aceituna combina a la perfección con los colores tierra y marrones dando un aspecto de sofisticación a los diferentes ambientes. También encaja genial en conjuntos con blancos predominantes sobre grises. Si nos inclinamos por utilizarlo de color de fondo, resaltará sobre el resto de elementos de decoración aportando un gran contraste.

Una manera efectiva de aportar naturalidad a nuestros lugares favoritos será con una paleta en tonos oliváceos. Es una apuesta segura, pero todavía hay más. Teniendo en cuenta que su composición colorimétrica corresponde al amarillo oscuro, ya tenemos otro color más con el que combinarlo. Es válido tanto para recibidores, como para salas de estar, cocinas o incluso cuartos de baño, su sobriedad engancha.

Ya sea en paredes, en elementos de decoración o en ambos, su elección nos llenará la vista de buenas sensaciones, de personalidad, carácter y distinción. En verde oliva en interiorismo se convierte en tendencia para esta temporada.

Pan de aceitunas casero

La receta perfecta para hacer un buen pan en casa no es tarea fácil, pero no desesperes. Una vez que lo consigas serás la envidia de la mesa. Si quieres dejar con la boca abierta a tus comensales añadir un puñado de aceitunas verdes o negras a tu pan casero es una apuesta segura.

Añadiendo aceitunas a la masa lograremos unos matices únicos al paladar, caracterizados por la intensidad propia de la oliva que combina a la perfección con los platos principales de nuestro menú, con un picoteo o con los montaditos tradicionales típicos de nuestra dieta.

Os damos unas pinceladas para hacer pan de aceitunas en casa. Deberemos echar la cantidad justa del fruto para que su sabor no enmascare al resto y que el conjunto no resulte cargante.

Ingredientes:

  • 450 gramos de harina de fuerza
  • 260 mililitro de agua templada
  • 1 cucharada de orégano
  • 2 cucharadas de semillas de sésamo
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 5 gramos de levadura fresca
  • 125 gramos de aceitunas verdes o negras sin hueso
  • 1 cucharada de sal

Pasos:

  • En primer lugar, diluir la levadura fresca con el agua templada. Si está muy caliente podría afectar a la fermentación por eso es importante no pasarnos de temperatura.
  • A continuación, formamos un montón de harina con forma de volcán. En el cráter central añadimos la mezcla realizada en el primer paso y empezamos a amasar enérgicamente. Cuando el conjunto tenga una textura homogénea añadimos el aceite. Notaremos como la amalgama comienza a separarse de nuestras manos. A partir de aquí es cuando comienza la magia.
  • Es el momento de añadir las aceitunas. Es muy importante trocearlas bien retirando el líquido sobrante para que no se enharine. Un buen truco es servirnos de papel de cocina. Si queremos darle un toque creativo en este paso podremos incorporarle otros ingredientes como queso o frutos secos.
  • Dejamos reposar la masa más o menos una hora envuelta en papel film.
  • Trabajamos el conjunto dándole forma de bolla o barra según prefiramos. Si queremos potenciar su buen aspecto podemos darle unas pinceladas de aceite de oliva virgen extra y rociar su superficie con semillas de sésamo.
  • Cuando el horno se mantenga a una temperatura de 190 grados tendremos todo dispuesto para empezar con la cocción. El pan estará listo transcurridos 40 minutos aproximadamente. Es conveniente tener en cuenta que tanto el tipo de horno como la forma que le demos a la masa influirán ligeramente en los tiempos indicados, que deberemos ajustar a base de ensayos.

Ya tienes todas las claves para convertirte en la envidia de tus comidas con amigos y familiares.

Las mejores aceitunas rellenas

Para obtener una buena aceituna rellena, deben de ser de buena calidad y es un imperativo que durante el proceso de preparación. Tal y como indica La Vanguardia, las variedades de aceitunas rellenas preferidas son la sevillana, la cacereña y la aloreña, las tres son aceitunas manzanilla. Las razones principales por las que son las más solicitadas para extraer su hueso e introducirles un relleno son su carne y su sabor.

La variedad de aceitunas manzanilla tiene una pulpa carnosa y su piel firme provoca que en el momento del deshuesado mantenga su textura inalterada, facilitando un resultado óptimo del producto final.

Aunque las más comunes son las aceitunas rellenan de anchoa, existe un amplio catálogo de olivas rellenas. Nos vemos obligados a recomendaros las aceitunas rellenas de boquerones, salmón, bonito, ajo, pimiento y frutos secos.

Aunque lo habitual es comprarlas rellenas, cada vez son más los que se atreven a realizar el proceso en casa. Una buena opción es realizar un preparado con patés, fiambre como jamón ibérico o para los más atrevidos con chorizo, lomo o incluso sofritos realizados a base de champiñones. Y es que las aceitunas son uno de los productos más agradecidos a la hora de combinarlos, ya sea en el plato o introduciéndoles pequeñas porciones en su interior.

Receta de hummus de aceituna

Para elaborar la receta de hummus de aceituna tan sólo deberemos de agregar una proporción del fruto a la mezcla original pero sin dejar atrás un par de detalles que explicaremos a continuación. Es un plato muy nutritivo, de poca dificultad y que gusta a muchos pero deberemos de tener en cuenta el intenso sabor que le da la oliva al resultado final. Para que no resulte cargante al paladar podemos prescindir del comino sustituyéndolo por otra especia más aromática como el tomillo reduciendo a su vez las cantidades de ajo.

En cuanto al garbanzo, ingrediente principal del conjunto, podemos utilizarlo en conserva ya que el tiempo necesario para hacer el hummus será muy inferior. De esta manera nos ahorraremos el proceso de remojo y cocción de la legumbre reduciendo el procedimiento a tan sólo cinco minutos, aunque deberéis de tener en cuenta que si lo hacemos de esta manera el sabor final resultará un poco más suave respecto a si los cocemos en casa.  Teniendo en cuenta estas pinceladas pasaremos a enumerar los ingredientes necesarios.

En esta ocasión nos inclinaremos por aceitunas negras al tener un sabor más suave que las verdes:

-150 gramos de aceituna negra sin hueso

-250gramos de garbanzos cocidos

-1 diente de ajo

-2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

-Zumo de ¼ de limón

-1 cucharada de tahín tostado

-½ cucharada de tomillo

Podemos espolvorear un poco de sésamo tostado sobre la masa resultante, le dará más sabor y decorará nuestro plato

El proceso es muy sencillo y los resultados sorprendentes, en primer lugar picamos el ajo y luego añadimos la aceituna negra, los garbanzos, el tahín, limón y el tomillo y batimos hasta conseguir una masa homogénea. Poco más nos queda decir  aparte de que si queda muy espesa podemos aligerar el conjunto con un poco de agua. El hummus es ideal como primer plato, muy ligero y sano. Si queremos poner una guinda a nuestro pastel podemos acompañarlo de bastones de zanahoria y calabacín, además de tostadas de pan.

Técnicas para la cosecha de la aceituna

Para obtener aceitunas de máxima calidad es imprescindible que el fruto se conserve en perfectas condiciones.

Una vez que los profesionales han aplicado sus técnicas para desprender los olivos de las ramas, debemos tener en cuenta dos factores fundamentales -ya que cualquier golpe que reciban se traduce casi con toda seguridad en roturas en su piel y texturas indeseadas en su pulpa-: el desprendimiento del árbol y su caída.

Os contamos las tres técnicas principales para desprender las aceitunas del árbol en perfectas condiciones.

Técnicas del ordeño

La más antigua y menos agresiva es el ordeño, que consiste en retirarlas de una en una de manera manual y sin maquinaria para después depositarlas en cestos o capazos.

Este sistema garantiza unos estándares de calidad óptimos, pero provoca un desgaste físico importante sobre el trabajador, ya que debe llevar a sus lomos los recipientes además de que es muy laborioso y se necesita una cantidad de tiempo considerable para completar el proceso.

Técnica del vareo

Una técnica muy popular y extendida es el vareo. Como su propio nombre indica, los recolectores se sirven de largas varas para extraer los frutos, con las que deben evitar golpear directamente el fruto para que no se dañe, y omitiendo las lesiones en las ramas del árbol, ya que repercutirá en la cantidad de aceitunas que obtendremos en sucesivas cosechas.

Para evitar que las olivas se muelan en la caída, tradicionalmente se colocan mantones rodeando el tronco. En la actualidad, se utilizan elementos más innovadores, como sopladoras para agruparlas en montones, paraguas recolectores o barredoras.

El proceso del vareo es menos cuidadoso que el ordeño y hoy en día existen vareadoras eléctricas o con pequeños motores de gasolina. No dejan de ser un motor unido a una pértiga a la que se le acoplan diferentes cabezales con un aspecto similar al de una desbrozadora.

Técnica de la máquina vibradora

Los avances técnicos permiten la inclusión de maquinaria moderna en el proceso como son las vibradoras. Se trata de un instrumento compuesto por unas pinzas que se enganchan a las ramas o tronco y que van unidas al elemento vibrador que puede estar sujeto por un operario o montados directamente sobre tractores.

Esta es la técnica más moderna de las tres y ahorra una cantidad de tiempo considerable al proceso. Sin embargo, implica una gran inversión en máquinas, muchas veces incompatible con la ortografía del terreno y su tipología penaliza a esta técnica en eficiencia. Necesita ser complementada por las tipografías mencionadas anteriormente para extraer el 100% de los frutos del árbol y también entraña riesgos para el mantenimiento de la integridad de la oliva.

Las mejores aceitunas rellenas

Para obtener una buena aceituna rellena, deben de ser de buena calidad y es un imperativo que durante el proceso de preparación. Tal y como indica La Vanguardia, las variedades de aceitunas rellenas preferidas son la sevillana, la cacereña y la aloreña, las tres son aceitunas manzanilla. Las razones principales por las que son las más solicitadas para extraer su hueso e introducirles un relleno son su carne y su sabor.

La variedad de aceitunas manzanilla tiene una pulpa carnosa y su piel firme provoca que en el momento del deshuesado mantenga su textura inalterada, facilitando un resultado óptimo del producto final.

Aunque las más comunes son las aceitunas rellenas de anchoa, existe un amplio catálogo de olivas rellenas. Nos vemos obligados a recomendaros las aceitunas rellenas de boquerones, salmón, bonito, ajo, pimiento y frutos secos.

Aunque lo habitual es comprarlas rellenas, cada vez son más los que se atreven a realizar el proceso en casa. Una buena opción es realizar un preparado con patés, fiambre como jamón ibérico o para los más atrevidos con chorizo, lomo o incluso sofritos realizados a base de champiñones. Y es que las aceitunas son uno de los productos más agradecidos a la hora de combinarlos, ya sea en el plato o introduciéndoles pequeñas porciones en su interior.

Las aceitunas más grandes y las más pequeñas

Dentro de la amplia variedad de aceitunas de mesa que existen, nos arriesgamos a afirmar que las más apreciadas son las gordal.

La principal características de las aceitunas gordal es el tamaño. Con un peso que ronda los 12 gramos por unidad, este triplica al de sus primeras hermanas de calibre normal, unos 4 gramos aproximadamente. Las olivas gordal tienen gran cantidad de pulpa, carnosidad y sabor, por ello se convierten en las preferidas entre aquellos que tratan de escapar de las más comunes sin caer en las de tipo gourmet.

Las mejores se cultivan en Sevilla y las que provienen de otros puntos no logran el estándar de calidad de estas y se presentan en salmuera, aliñadas, con o sin hueso o con otros tipos de productos. No son las más indicadas para la producción de aceite y son muy sensibles al alambrado durante su maceración, su árbol es propenso a las plagas.

Profundizando en las aceitunas de menor calibre, nos encontramos con la arbequina. No penséis que por ser las más pequeñas son un fruto poco apreciado, nada más lejos de la realidad. El punto fuerte de las olivas aberquinas es su sabor.

Cuando se destinan al consumo directo se recolectan todavía verdes, justo cuando empiezan a cambiar de tonalidad y durante el proceso de macerado van variando de color pasando de un verde morado a tonos ocres.

En España partieron de la localidad de Leridana de Arbeca, de ahí su nombre. Su árbol es super resistente, por eso su producción se fue extendiendo por muchos puntos de la geografía española. De la aceituna arbequina se extrae un aceite de gran calidad y para que no ennegrezcan en el envase se les añade agua con sal y plantas aromáticas.